Estanque Gocławskie

Este lago artificial, probablemente ubicado en un meandro del viejo cauce del río Vístula,  fue creado en el año 1935 con la acumulación del agua del Canal Wystawowy. Hoy se encuentra entre los barrios varsovianos de Gocław y Saska Kępa.

Decálogo, uno
El estanque es el lugar del acontecimiento clave y más dramático del primer episodio del ciclo. Una tarde de invierno dos chicos del barrio cercano se ahogan en sus aguas, uno de ellos es el adolescente Paweł (Wojciech Klata). Su padre, Krzysztof (Henryk Baranowski), ve cómo unos buzos sacan del agua helada el cuerpo de su hijo. El mundo estable, seguro, ”calculable” del padre se derrumba.

Este trágico acontecimiento llegó a las páginas del guión del Decálogo gracias a Krzysztof Piesiewicz, quien confesó haber vivido, a principios de los 80, una tarde de invierno llena de inquietud, cuando su hijo no volvía a casa después de salir a patinar sobre un estanque congelado del barrio. Recordaba muy bien aquella espera dramática, cuando en su corazón crecía la necesidad de rezar por el retorno feliz de su hijo a casa. En la película, el papel del padre lo interpreta un amigo de Kieślowski, el director teatral Henryk Baranowski. Al principio Kieślowski pensó encarnar al personaje él mismo, no obstante, después de ensayar con la cámara y de hablar con el equipo, abandonó la idea. También se pensó en otro actor para el chico que hace de Paweł, pero unos días después de comenzar la producción Kieślowski interrumpió el rodaje, porque estaba insatisfecho con su actuación. El pequeño intérprete fue sustituido entonces por Wojciech Klata, con quien Kieślowski repitió el rodaje de las escenas ya filmadas con el otro actor.

Mikołaj Jazdon

 
Yo soy Jehová tu Dios (…)
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
No harás para ti escultura, ni imagen alguna (…),
no te inclinarás a ellas ni las servirás;
porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso,
que visito la maldad de los padres sobre los hijos (…)
Deuteronomio 5:7-10
 

”Señales escondidas” (1)

El Decálogo son ”diez palabras” de Dios al Hombre. Es más un llamamiento que una orden o prohibición. ”¿Qué es el hombre para que Te acuerdes de él?”, dice el salmista.

En el Decálogo, uno todos, los espectadores y los autores, nos encontramos ante una puerta oscura, estamos en una frontera. ¿A dónde conduce esta puerta? ¿Qué hay más allá de esa frontera? En esta película Dios aparece como una Oscuridad silenciosa. El ”dios ajeno”, el ordenador, resulta mucho más expresivo. Él no comparte la desgracia; hace guiños al padre desolado diciendo: I am ready…, como si no supiera nada… Nada raro, dado que los ”dioses ajenos” están muertos. Y el Dios vivo, como dice la Biblia, ”habita en la oscuridad”. ¿Trata esta película sobre el castigo? No. Trata sobre la relación con el Misterio. ¿Se refiere el Decálogo de Moisés solamente al deber moral? Tampoco. Ante todo, las primeras ”Palabras Divinas” son una llamada pidiendo contacto: una llamada desde la Oscuridad.

Así, sin saber por qué, al principio de la película, a orillas del estanque, aparece un Hombre con abrigo de piel, y cuando la historia llega a su final trágico, se va. Presentimos que ese Hombre pertenece a otro mundo. No parece vivir aquí… Se ve que sabe algo, pero no participa en nada. (¡una interpretación genial de Artur Barcis!) Permanece sentado ”en la otra orilla”, indiferente. Recuerda al “guardián de la puerta de la ley” de la parábola escondida en el Proceso, de Franz Kafka. Está aquí para el Chico, sólo le mira a él. Vigila la señal: un perro querido, muerto. Cuando el Chico cae al abismo del agujero negro en el hielo del estanque, se va. Final.

Michał Klinger
Dekalog I, Jeziorko Gocławskie

Dekalog, jeden, fragm.1

Dekalog I, Jeziorko Gocławskie, fragment 2

Dekalog, jeden, fragm. 2

Decálogo, uno

Dekalog, jeden

Dekalog, jeden