Cafetería del Hotel Europeo

Durante el periodo comunista, la cafetería del Hotel Europeo era un sitio muy popular, aquí se solía llevar a los invitados extranjeros. El local era frecuentado por intelectuales y artistas vinculados con la cercana Academia de Bellas Artes, pero también por los habitantes de los barrios bajos de Varsovia. Los cineastas aprovechaban este espacio para rodar escenas ”de gran ciudad”.


Decálogo, dos
La protagonista de la película, Dorota (Krystyna Janda), acude a una cita en el bar del hotel: su amante se encuentra en el extranjero y ha mandado a un amigo (Aleksander Trąbczyński) para  que hable con ella en su nombre. Esta escena consigue expresar, más que cualquier otra de la película, el distanciamiento, o incluso la ausencia, del hombre al que más ama la mujer (al margen de su esposo) en uno de los momentos más dramáticos de su vida. Dorota acudió al bar directamente desde la consulta del ginecólogo, a quien informó de su decisión de abortar, solicitando una cita inmediata para la intervención. El hombre con el que se encuentra en el bar es un tipo amable, pero es un desconocido, alguien que no puede llenar la ausencia del padre del niño en un momento tan importante para ella. Sin duda es a su amante a quien Dorota necesita ver en este momento. El amigo solamente puede hacerle entrega de un regalo y transmitirle el mensaje de su amante (que cuando vaya a verle lleve las partituras de su apartamento). El personaje del amante aparece en la película solo como una voz en el teléfono, así su ausencia se vuelve todavía más tangible. Es la voz de Piotr Fronczewski, un actor muy popular en Polonia en la década de 1980. El recurso del bar del hotel en Varsovia como marco en el que una mujer siente la ausencia del amado de una manera especial, es un motivo ya presente en la anterior película de Kieślowski, Sin fin  (Bez końca, 1984), de esta misma manera, el tema del amor entre dos músicos aparecerá también en su siguiente trabajo Tres colores. Azul (Trzy kolory: Niebieski, 1993).  

Decálogo, cinco
La caferetería del Hotel Europeo es el lugar donde por primera vez se cruzan los caminos de Jacek Łazar (Mirosław Baka), un veinteañero dispuesto a cometer un crimen, y Piotr Balicki (Krzysztof Globisz), su futuro abogado defensor, quien está celebrando haber aprobado el examen que le habilita para ejercer la abogacía. El Decálogo, cinco y su versión para cine, es decir, No matarás, se se inspira en muchos elementos de la práctica profesional del coguionista de la película, el abogado Krzysztof Piesiewicz, quien en varias ocasiones actuó como defensor de delincuentes para los que se pedía pena de muerte. Así por ejemplo, la historia de un chico de campo perdido en la gran ciudad, que fue asesinado unos años antes en los alrededores de la Estación Oeste de Varsovia y cuyo cuerpo los asesinos cubrieron con piedras, inspiró el personaje de Jacek. En el guión un muchacho se convierte en asesino y remata a su víctima indefensa con una piedra. Cuando Kieslowski con Piesiewicz estaban escribiendo el guión de la serie, el abogado participaba en el juicio contra los oficiales de los Servicios de Seguridad comunistas quienes secuestraron y asesinaron al sacerdote Jerzy Popieluszko, conocido como capelán de Solidaridad. En julio de 1989, dos meses antes del famoso estreno del Decálogo en el Festival de Venecia, unas personas desconocidas asesinaron a la madre de Krzysztof Piesiewicz, exactamente de la misma manera de la que fue asesinado el sacerdote Popieluszko. Cuando los dos amigos se encontraron poco después de ese crimen, Piesiewicz, según escribe Hanna Krall en su libro Maria Blanca, dijo a Kieslowski: ”Se ha cumplido nuestro No matarás”.

Mikołaj Jazdon
Mikołaj Jazdon
Dekalog II, fragment 1, str. 1

Dekalog, dwa, str. 1

Dekalog II, fragment 1, str. 2

Dekalog, dwa, str. 2

Dekalog V, fragment 1

Dekalog, pięć

Dekalog, dwa

Dekalog, pięć