Parada de taxis del Hotel Europeo
Decálogo, cinco
La parada de taxis en el Decálogo, cinco es un lugar fronterizo, la antesala del infierno. Al subir al taxi, Jacek (Mirosław Baka), el protagonista de la película, da un paso definitivo que llevará a su víctima, y luego también a él mismo, a un final trágico. Para el conductor, que no es consciente de lo que va a ocurrir, su propio coche se convertirá en una celda de la muerte, mientras que el asesino, que le quitará la vida, acabará en otra celda, en un centro penitenciario.
La escena de la ejecución se rodó en un estudio de cine de Varsovia, puesto que las autoridades penitenciarias no autorizaron el rodaje en una auténtica sala de ejecuciones. No obstante, el lugar fue reconstruido minuciosamente por los escenógrafos. De hecho, el rodaje de dicha escena de ejecución resultó tan terriblemente realista (Miroslaw Baka, el actor que encarnaba a Jacek, empezó a ahogarse de verdad cuando la cuerda se ciñó sobre su cuello) que los miembros del equipo no aguantaron la tensión en el plató y Kieślowski decidió interrumpir el rodaje y aplazarlo al día siguiente. La versión cinematográfica de este episodio de la serie -No matarás (Krótki film o zabijaniu)- llegó a las pantallas de Polonia en marzo de 1988. La película se convirtió en una voz firme e importante en contra de la pena de muerte. Un mes después tuvo lugar la última ejecución en Polonia. El 26 de noviembre de 1988 la Academia Europea de Cine premió la película de Kieślowski concediéndole Felix a la mejor película europea. Al recoger el premio, el director dijo la memorable frase: ”Espero que Polonia se encuentre en Europa.”