Hospital Bródnowski

El complejo del hospital Bródnowski, situado en el barrio de Targówek, se compone de doce edificios. El hospital fue inaugurado oficialmente el 22 de enero de 1981.

Decálogo, nueve
Roman (Piotr Machalica), un cirujano cardíaco, protagonista de la película, conoce en el hospital a Ola (Jolanta Piętek), una joven cantante, que está esperando una operación de corazón: sin esa intervención no podrá seguir cantando.

El deseo de dedicarse a su carrera como cantante no es tanto un deseo propio de Ola como de su madre, pero después de una operación exitosa, la chica cambia su actitud y se muestra ansiosa por cantar y ser escuchada. El motivo de una cantante talentosa que sufre una enfermedad de corazón lo desarrolló Kieślowski en la película La doble vida de Verónica. En ambas películas escuchamos la voz de la misma cantante polaca, Elżbieta Towarnicka.

Ola canta con el acompañamiento de la música compuesta por Van den Budenmayer, cuyas obras suenan también en la película sobre dos Verónicas y en Azul. En realidad, el nombre del compositor holandés es ficticio, detrás de él se esconde el autor de la música del Decálogo, Zbigniew Preisner. Él mismo compuso bandas sonoras de otras películas posteriores del director polaco. La colaboración entre Kieślowski, Preisner y Piesiewicz empezó con la película Sin fin y duró hasta la muerte del autor de Tres colores. En 1998 Preisner compuso Requiem por mi amigo, una obra dedicada a la memoria de Kieślowski. El tema del destino del artista que sufre diferentes limitaciones, que encontramos en la historia de la joven cantante del Decálogo, nueve, estaba ya presente en otras películas anteriores de Kieslwoski: en el documental Siete mujeres de edades diferentes y en la película de ficción El aficionado.

Mikołaj Jazdon

 

”La señal de la doble vida”

El marido, traicionado por su cuerpo y su mujer, atravesado por el  dolor, balbucea los fragmentos de la ley de Arquímedes: ”el cuerpo sumergido [en los abismos de la desesperación…], pierde…” La mujer presiente, comprende y responde: “aparentemente pierde”. La pregunta de Kieślowski es: ¿de verdad “aparentemente”? Es otro de los capítulos de la serie sobre la infidelidad matrimonial. Este mismo tema era el motor de la trama del Decálogo, dos (que trataba sobre la tentación de Dios y del destino), del Decálogo, tres (sobre lo difícil que es vivir las fiestas con el espíritu del amor), del Decálogo, cuatro (sobre el misterio de la paternidad), pero, paradójicamente, no apareció en el Decálogo, seis, dedicado al mandamiento ”No cometerás actos impuros”. En el Decálogo, seis el director planteó el problema del amor libre, del amor como tal.

El marido siente que ha fracasado en la relación con su mujer; ella intenta desesperadamente cambiar  la situación. Al mismo tiempo, el Marido se convierte en un ”demiurgo” para una joven paciente, cuyo talento vocal le fascina. Gracias a sus capacidades como cirujano libera a la Joven de la mediocridad que ella misma ha elegido y permite que vuele hacia el arte. Ella siente su impulso, aunque le ”confiesa su odio” por haber hecho posible este milagro. En el desierto del fiasco personal del Marido suenan los compases de la gran melodía de Van den Budenmayer (alter ego del compositor Zbigniew Preisner). La  joven de este episodio anticipa el misterio del doble destino de las protagonistas de La doble vida de Verónica. Pero ”aquí y ahora” la condición doble la vive el Marido. Vemos claramente que su fascinación con la melodía (¿solo con la melodía?) no incumbe a su Esposa. La duplicidad lo marca a él como antes marcó a su  Mujer. En realidad, nos marca a todos nosotros: con el daño al Prójimo y con la reconciliación. Y de esto habla el mandamiento noveno de Dios.

Michał Klinger
Dekalog IX, str. 1

Dekalog, dziewięć, str. 1

Dekalog IX, str. 2

Dekalog, dziewięć, str. 2

Dekalog, dziewięć